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Receta histórica de inspiración napoleónica Pollo a la Marengo (versión original improvisada, del 14 de junio de 1800)
Receta histórica de inspiración napoleónica
Pollo a la Marengo (versión original improvisada, del 14 de junio de 1800)
Contexto histórico
El 14 de junio de 1800, tras la batalla de Marengo, Napoleón y su ejército se encuentran en una región rural de Italia. El cocinero Dunand, sin provisiones ni ingredientes sofisticados, debe componer una comida rápida y nutritiva con los recursos que encuentra en las granjas cercanas.
Principios fundamentales
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Plato rústico y sencillo, elaborado con pocos ingredientes frescos y locales.
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Ausencia de fondos de cocina, mantequilla o vino (productos raros o indisponibles en el lugar).
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Enfoque en la cocción rápida, el sabor franco y el color vivo (gracias sobre todo a los tomates frescos).
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Guarniciones y acompañamientos procedentes del terruño local.
Ingredientes
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1 pollo entero, cortado en trozos
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Aceite de oliva u otra grasa local disponible para la cocción
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2 a 3 tomates frescos, pelados en agua hirviendo y triturados, que aportan frescura y acidez
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1 a 2 dientes de ajo, finamente picados o machacados, para realzar la salsa
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8 a 12 cangrejos de río vivos si es posible, o ya cocidos – aportan un toque marino y refinado
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4 huevos, fritos (o a veces escalfados), según la tradición oral, para enriquecer el plato y sorprender al comensal
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4 a 6 picatostes de pan, fritos en aceite para aportar crocancia
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Sal y pimienta al gusto
Ausencia de ingredientes
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Sin vino ni otro tipo de alcohol
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Sin champiñones (que aparecerán más tarde en las versiones codificadas del siglo XIX)
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Sin fondos, caldos complejos ni aromáticos adicionales
Preparación (según tradiciones orales y descripciones antiguas)
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Dorar el pollo
En una sartén grande o cazuela con aceite de oliva caliente, dorar los trozos de pollo hasta obtener un bonito color dorado. Salar y pimentar moderadamente. -
Añadir los tomates y el ajo
Incorporar los tomates pelados y triturados junto con el ajo machacado. Mezclar para recubrir bien la carne. Cocinar a fuego lento para que la salsa se reduzca y el pollo termine de cocinarse lentamente en este jugo perfumado. -
Cocer los cangrejos de río
Si están vivos, hervirlos en agua salada durante unos minutos y añadirlos a la salsa al final de la cocción del pollo. Si ya están cocidos, incorporarlos delicadamente para que se impregnen de los sabores. -
Huevos fritos
Freír los huevos por separado en un poco de aceite de oliva, hasta que las claras estén cuajadas pero las yemas sigan líquidas. -
Picatostes fritos
Freír las rebanadas o cubos de pan en aceite hasta que estén bien dorados y crujientes. Escurrir sobre papel absorbente.
Emplatado y servicio
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Disponer los trozos de pollo napados con la salsa de tomate y ajo en una fuente.
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Distribuir armónicamente los cangrejos de río alrededor o encima del pollo.
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Rodear el plato con los picatostes dorados para aportar textura y contraste.
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Colocar los huevos fritos directamente sobre el plato o al lado, según la tradición y la presentación deseada.
El plato se sirve caliente, fresco, colorido y rústico, con una armonía de texturas entre la ternura del pollo, el crujiente del pan, la suavidad de los huevos y el sabor marino de los cangrejos.
Observaciones históricas y culturales
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Esta receta nació en un contexto de guerra, improvisación y escasez, lo que explica su extrema simplicidad y la ausencia de ingredientes nobles o costosos.
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Los huevos fritos y los cangrejos de río, aunque sorprendentes en un plato de ave, son elementos atestiguados en los relatos orales y primeras descripciones, simbolizando la inventiva del cocinero.
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Se dice que Napoleón apreció este plato y se opuso a que se modificara su composición en los años siguientes, lo que demuestra su importancia histórica y simbólica.
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Las versiones codificadas del siglo XIX enriquecieron y adaptaron la receta con champiñones, vino y caldos, pero la versión original sigue siendo sencilla, directa y fiel a su espíritu campesino.
Evolución hacia una receta codificada
El Ternera a la Marengo se inspira directamente del célebre Pollo a la Marengo. Esta receta rústica, que mezcla tomates, champiñones, picatostes y cangrejos de río, sirvió de base para varias adaptaciones con otras carnes nobles, especialmente la ternera, pero también la pularda o el faisán. Estos platos retoman la guarnición “a la Marengo”, caracterizada por una salsa de tomate rica, complementada con champiñones, pan frito, a veces huevos fritos y cangrejos, que aportan sabor y refinamiento. Popularizados en el siglo XIX por chefs como Urbain Dubois y Émile Bernard, estos platos se convirtieron en clásicos de la alta cocina francesa, a menudo servidos en banquetes y comidas de gala.
A partir del siglo XIX, chefs como Antonin Carême, Jules Gouffé, Urbain Dubois y Auguste Escoffier retomaron la receta del Pollo a la Marengo para adaptarla a los principios de la gran cocina francesa. El plato evolucionó de una improvisación de campaña a una elaboración estructurada y refinada.
Ingredientes frecuentemente codificados en esa época
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Pollo en trozos, salteado o estofado
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Tomates frescos o triturados
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Champiñones de París
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Cangrejos de río (enteros o pelados)
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Ajo (en pequeña cantidad)
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Vino blanco o Madeira (a veces utilizado)
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Picatostes de pan frito (a menudo alrededor del plato)
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Huevos fritos (presentes en la versión legendaria, a menudo omitidos en las versiones codificadas)
En La Cuisine classique de Urbain Dubois y Émile Bernard (1856)
En La Cuisine classique, el "Pollo a la Marengo" se menciona, pero no se presenta como una receta completa. Se integra en las secciones dedicadas a las aves salteadas o estofadas a la provenzal o con tomate, así como en las guarniciones denominadas «a la Marengo» o «a la financiera».
Sus volúmenes también proponen platos "a la Marengo" con otras carnes (ternera, pularda), lo que sugiere que la guarnición Marengo se codifica como:
salsa de tomate, champiñones, picatostes, a veces huevos fritos y cangrejos de río.
La Ternera a la Marengo es una adaptación posterior, inspirada en el plato original de pollo, destinada a variar las carnes y enriquecer los menús burgueses.
Conclusión
El Pollo a la Marengo fue codificado desde el siglo XIX por chefs como Carême, Gouffé y Escoffier, quienes establecieron sus elementos principales, eliminando a veces los aspectos folklóricos como el huevo frito. Urbain Dubois y Émile Bernard lo abordaron de manera más gastronómica, integrándolo a menudo en platos enriquecidos, a veces en vol-au-vent o timbal.