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Receta tradicional china de Tanghulu: frutas caramelizadas en brocheta, una auténtica delicia
Receta tradicional china de Tanghulu: frutas caramelizadas en brocheta, una auténtica delicia
Acerca de los Tanghulu
Los Tanghulu (chino simplificado: 糖葫芦; tradicional: 糖葫蘆; pinyin: táng húlu), también conocidos como bīng tánghúlu (冰糖葫芦) en Pekín o tángdūn (糖礅) en Tianjin, son dulces tradicionales chinos que originalmente se elaboraban con frutos de espino chino. (Los frutos del espino chino, Crataegus pinnatifida, llamados shānzhā 山楂 en chino, se cultivan ampliamente y son comunes en los mercados chinos, aunque son algo menos frecuentes en Corea y más raros en Japón).
Estos frutos se ensartan en palillos de bambú o madera y se recubren con una fina capa crujiente de azúcar caramelizada. Son muy populares en el norte de China, especialmente en Pekín y Tianjin, y aunque tradicionalmente se consumen en invierno, también se venden durante todo el año en las regiones tropicales del sur.
Vendidos por vendedores ambulantes, los Tanghulu se asemejan a las manzanas acarameladas de las ferias en Francia: frutas caramelizadas en un palillo, fáciles de comer. Sin embargo, la asociación con el amor es propia de la cultura francesa.
Esta especialidad tiene orígenes antiguos que se remontan a varias dinastías chinas. Algunas leyendas los vinculan con recompensas imperiales en la dinastía Sui o con remedios curativos en la dinastía Song. La primera mención histórica fiable aparece en el siglo XVIII, durante la dinastía Qing.
Hoy en día, los Tanghulu se preparan con una gran variedad de frutas, ofreciendo una golosina dulce, crujiente y refrescante que se disfruta durante todo el año.
Este dulce también ha inspirado una famosa canción llamada «bīngtáng húlu».
Historia
Existen varias leyendas sobre su origen, probablemente nacidas de la imaginación de comerciantes ingeniosos.
Origen durante la dinastía Sui (581–618)
En esa época, la corte imperial premiaba a los altos funcionarios y soldados distinguidos con brochetas de espino recubiertas de azúcar. Con el tiempo, esta tradición se extendió entre el pueblo y se transformó en una golosina popular.
Origen durante la dinastía Song (960–1279)
Otra historia cuenta que el emperador Guangzong buscaba una cura para su concubina favorita. Emitió una proclamación imperial pidiendo remedios. Un médico itinerante propuso una receta sencilla: cocinar frutos de espino en agua azucarada con azúcar cristal. El remedio fue efectivo, y la receta se popularizó entre el pueblo, evolucionando en lo que hoy conocemos como Tanghulu.
Primera fuente histórica fiable
La primera mención documentada de los Tanghulu aparece en un texto de la dinastía Qing (1644–1911) titulado Yan Jing Sui Shi Ji (燕京岁时记), escrito por Fang Bao (方苞).
¿Cómo preparar Tanghulu?
Ingredientes:
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Frutas frescas (fresas, kiwis, uvas, manzanas, arándanos, etc.)
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200 g de azúcar blanca (tipo azúcar granulada)
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100 ml de agua
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Palillos de madera para brochetas
Paso 1: Preparación de las brochetas
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Elige frutas frescas, firmes y maduras, para que resistan el calor del caramelo.
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Lava bien las frutas y sécalas completamente con un paño limpio o papel absorbente. La humedad impide que el caramelo se adhiera.
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Inserta las frutas en los palillos, combinando colores y sabores para lograr una presentación atractiva (por ejemplo, fresas, kiwis y uvas).
Paso 2: Preparación del jarabe de azúcar
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Coloca el azúcar (200 g) y el agua (100 ml) en una cacerola de fondo grueso, respetando la proporción de una parte de agua por dos de azúcar.
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Calienta a fuego medio sin remover, hasta que el azúcar se derrita y la mezcla comience a hervir.
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Vigila atentamente la cocción: deja que el jarabe tome un tono dorado ámbar (alrededor de 150–160 °C si usas un termómetro de azúcar). Este paso es clave para lograr un recubrimiento crujiente y brillante.
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Retira del fuego inmediatamente cuando alcance el color deseado para evitar que se queme y se vuelva amargo.
Paso 3: Baño de caramelo
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Prepara un bol o jarra con agua muy fría y cubos de hielo, para fijar rápidamente el caramelo.
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Sumerge rápidamente cada brocheta en el caramelo caliente, girándola para cubrir bien toda la fruta. ¡Cuidado! El caramelo está muy caliente.
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Luego, introduce inmediatamente la brocheta en el agua helada para endurecer el caramelo y crear la capa crocante y dulce.
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Déjalas unos segundos, luego colócalas a escurrir sobre una rejilla o papel de horno.
Paso 4: Degustación y conservación
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Degustación: Los Tanghulu se disfrutan mejor justo después de su preparación, cuando el caramelo aún está bien crujiente.
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Conservación: Guárdalos en el refrigerador dentro de un recipiente hermético, separados por papel encerado para que no se peguen. Se conservan de 1 a 2 días, aunque el caramelo puede ablandarse por la humedad. Se recomienda consumirlos lo antes posible.
Consejos para lograr Tanghulu perfectos
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Usa un termómetro de azúcar para controlar la cocción. La temperatura ideal es entre 150–160 °C (etapa de “pequeña rotura”).
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Seca muy bien las frutas: la humedad es el enemigo del caramelo crujiente.
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Trabaja rápido durante el recubrimiento, ya que el caramelo se enfría con rapidez.
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Varía las frutas según la temporada para un toque personal y colorido.
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Para una versión más deliciosa, espolvorea con semillas de sésamo o trocitos de nuez antes de que el caramelo se endurezca.