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FBolas de pescado noruegas tradicionales (receta rural)
Bolas de pescado noruegas tradicionales (receta rural)
Las fiskeboller son albóndigas de pescado emblemáticas de la cocina noruega. Se preparan con pescado blanco (como el bacalao o el eglefino), huevos, leche y un poco de harina. Estas bolas formaban parte de la vida diaria de las familias costeras, especialmente en las zonas rurales.
A diferencia de las versiones modernas, suaves y uniformes que se encuentran en conserva, esta receta casera mantiene una textura rústica, a veces ligeramente gruesa, con un sabor auténtico a pescado fresco.
Tradicionalmente, las fiskeboller se cocían en agua o leche, y luego se servían con papas al vapor, verduras hervidas y, a partir del siglo XX, una salsa blanca simple. Es una cocina modesta, nutritiva y profundamente arraigada en el patrimonio culinario noruego.
Para 4 a 6 personas
Ingredientes
Para las albóndigas:
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500 g de pescado blanco fresco (bacalao, eglefino, merluza), sin piel ni espinas
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1 cebolla rallada o finamente picada
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2 cucharadas de harina de trigo
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2 huevos
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150 ml de leche (o una mezcla de leche y agua)
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½ cucharadita de sal
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Pimienta blanca
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Una pizca de nuez moscada (opcional)
Para cocer:
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1 litro de agua con sal o leche ligeramente salada
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1 hoja de laurel (opcional)
Preparación
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Preparar la mezcla para las fiskeboller:
Corta el pescado en trozos.
Pica gruesamente con la cebolla, los huevos, la harina, la leche, la sal y la pimienta.
La textura debe mantenerse flexible, pero no líquida. Puede haber trozos pequeños de pescado (rústico).
Deja reposar 15 minutos. -
Formar las albóndigas:
Moja tus manos o utiliza dos cucharas para formar bolas ovaladas o redondas de unos 30–40 g. -
Cocinar en un líquido hirviendo:
Pon a hervir el agua con sal (o la leche) en una olla grande.
Añade la hoja de laurel si la usas.
Introduce las albóndigas sin sobrecargar la olla y cocina durante 8 a 10 minutos, hasta que suban a la superficie y estén firmes.
Escurre con una espumadera y reserva caliente.
Salsas a elección
Opción 1: Salsa blanca clásica (moderna)
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30 g de mantequilla
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30 g de harina
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400 ml de leche
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Sal, pimienta blanca
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Un chorrito de jugo de limón o un poco de nuez moscada
Variante común: agregar ½ cucharadita de curry suave en la salsa.
Derrite la mantequilla, añade la harina y mezcla bien. Vierte la leche gradualmente batiendo para obtener una salsa suave. Sazona. Calienta las albóndigas en la salsa unos minutos antes de servir.
Opción 2: Salsa rústica original (versión rural)
Elige uno de estos tres métodos simples:
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Caldo reducido: después de cocinar, reduce el líquido de cocción a fuego alto durante 5–10 min para concentrar los sabores. Sirve las albóndigas con un poco de caldo y pan o papas.
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Leche espesa: toma un poco de la leche de cocción y reduce a fuego bajo hasta que quede espesa.
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Mantequilla derretida: simplemente derrite buena mantequilla casera y vierte sobre las fiskeboller calientes.
Acompañamiento rural tradicional
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Papas al vapor
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Zanahorias hervidas o en puré
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Salsa blanca sobre las albóndigas
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Pan de centeno en rodajas (opcional)
Notas históricas
No se usaba pan duro en las fiskeboller noruegas tradicionales: a diferencia de algunas recetas del sur de Europa, aquí el aglutinante es la harina y los huevos.
Las fiskeboller se elaboraban con los restos de pescado fresco de las pesquerías locales, especialmente en las regiones costeras.
La salsa blanca fue adoptada a gran escala a partir del siglo XX, pero las generaciones anteriores a veces servían las fiskeboller solo con caldo, mantequilla derretida o leche espesa.